sábado, 7 de abril de 2018

Ridículo, divertido, extravagante...

Esas son unas de las palabras expresadas ayer en clase al ver las obras del artista austriaco Erwin Wurm.

Desde finales de los años 90, este artista se sirve del cuerpo humano y de objetos de la vida cotidiana para repensar la escultura tradicional. Su proyecto se llama "One minute sculptures" donde los visitantes de sus exposiciones se convierten en una obra efímera. Sólo la fotografía permite guardar un recuerdo de la obra.

¿En qué consiste?
Durante un tiempo muy corto, los visitantes están invitados a ponerse en situación con un objeto de la vida cotidiana, siguiendo el protocolo de Erwin Wurm. Mantener una silla en sus brazos, poner un cubo en equilibrio sobre su cabeza, colocar bolígrafos y todo tipo de materiales de oficina en los orificios de la cabeza (orejas, narices, boca...).

El resultado divide. En nuestra clase, algunos lo han calificado de divertido y gracioso. Otros de raro, original, extravagante. Otros de ridículo... Eso sí... La mayoría se prestaría con gusto a participar en la experiencia :-)

Ahí van unas de esas esculturas efímeras...













Más fotos en la página web del artista:
https://www.erwinwurm.at/artworks/one-minute-sculptures.html



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